jueves, 5 de agosto de 2010

NOTA ALDF5


Las Reformas a la Ley de Participación Ciudadana Fortalecen los Usos y Costumbres de los Pueblos Originarios en el Distrito Federal
* Las nuevas reformas a la Ley de Participación Ciudadana del D.F., como instrumento de los capitalinos y los actores sociales en los asuntos públicos de la Ciudad de México
* La Participación Ciudadana del Gobierno del Distrito Federal como un instrumento de interlocución y respuesta ante las demandas de la sociedad que representa
** Por Dip. Adolfo Uriel González Monzón

“La voluntad general debe descubrirse, no puede condicionarse, y por definición se refiere a cuestiones generales y nunca se aplica a resolver intereses particulares”.
J.J. Rousseau


El Distrito Federal ha transitado por diversos cambios sustanciales en su vida política, administrativa y legislativa, tras la reforma constitucional de 1996 la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) incrementó sus facultades, teniendo la certeza parlamentaria de crear y modificar los ordenamientos legales que tutelan la vida cotidiana de los capitalinos, así mismo, a partir de 1997, se erigió, mediante el voto universal, libre, secreto y directo, la representación del Jefe de Gobierno y las titularidades de cada una de las demarcaciones políticas en un ejercicio de amplia participación ciudadana y orientación democrática.
A partir de la reforma al Estatuto de Gobierno del Distrito Federal en diciembre de 1997, se sentaron las bases para la promulgación de la Ley de Participación Ciudadana del Distrito Federal, facultando a la ciudadanía ante el poder público, pero también de las personas entre si, se le dotó a la participación social de una ley como una forma de integración social y legitimidad política, generando con ello una participación efectiva de los individuos y los actores sociales en los asuntos públicos.
En este sentido, destaca la importancia de la participación ciudadana como un elemento esencial en la vida democrática de la Ciudad de México, en cuanto al proceso histórico para promover los cambios culturales, económicos y de poder.
De igual forma seguimos proyectando el fortalecimiento de los instrumentos de participación como el referéndum, el plebiscito, la iniciativa, la consulta, la colaboración, la asamblea ciudadana, así como, la rendición de cuentas, la audiencia pública, las contralorías ciudadanas, la difusión pública y los órganos de representación ciudadana que se depositan en los comités y los consejos ciudadanos, sin perder de vista la necesidad de seguir encumbrando la acción individual y colectiva; hemos extendido la representación al ámbito de colonias y de los pueblos originarios establecidos en la Ciudad de México.
Con la instauración legal a través de las reformas a la Ley de Participación Ciudadana se reconoce a las Organizaciones Ciudadanas, al Consejo del Pueblo, a la Autoridad Tradicional, así como a los Representantes de Manzana, en un ámbito de actuación legal en términos de su organización y alcances territoriales, se prevé el desarrollo de las actuaciones de carácter cívico, social, dirigidas a mejorar la calidad de vida, el fortalecimiento de la cultura, de sus usos y costumbres, de acuerdo a sus normas, procedimientos y prácticas tradicionales, emitiendo opinión sobre la orientación del presupuesto participativo, con el fin primordial de encumbrar una cultura democrática de la participación ciudadana que se hagan presentes ante la formulación, ejecución y evaluación de las políticas, programas y actos de gobierno.
Por ello, en esta V Legislatura bajo los principios de democracia, corresponsabilidad, pluralidad, solidaridad, responsabilidad social, autonomía, bajo un criterio de transparencia y rendición de cuentas, dotamos a la ciudadanía de una nueva Ley de Participación Ciudadana, extendiéndoles los derechos y alcances en la toma de decisiones antes referida, incorporamos un cúmulo de derechos ciudadanos que nos pone en una de las vanguardias democráticas participativas más trascendentales a nivel mundial.
Es importante destacar, la responsabilidad ética en la respuesta legislativa de cada uno de los diputados de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática (PRD) al interior de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal ante la sociedad, a la cual nos debemos y representamos, es de suma importancia seguir trascendiendo las prioridades de los capitalinos en un marco de construcción de leyes acordes al contexto sociopolítico, cultural, territorial de cada una de las demarcaciones políticas que figuran en el entorno de la Ciudad de México.
Entendemos la obligación y asumimos en consecuencia el fortalecimiento de nuestro quehacer parlamentario, de tal suerte, que la renovación institucional en el ámbito de lo gubernamental y de lo legislativo es una obligación permanente y por ende adquiere características de carácter democrático en cada una de las tareas legislativas que desarrollamos al seno de la V Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

** Diputado Local por el XXXIX Distrito en Xochimilco e integrante de la Comisión de Gobierno de la ALDF

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