domingo, 7 de abril de 2013

CIUDAD


Xochimilco, el gran negocio perredista
Fernando Miranda Servín

No hay autoridad que los detenga porque desde las más altas esferas de la Asamblea Legislativa del D.F., dominada por una mayoría perredista, y desde la máxima cúpula del gobierno capitalino, también perredista, son protegidos. Se trata de una red muy bien estructurada que funciona no para beneficiar a los ciudadanos de la capital del país sino para enriquecer a unos cuantos vivales que con el mote de “servidores públicos” ya llevan más de 15 años fincando insultantes fortunas personales al amparo de “la izquierda” en todas las delegaciones del D.F.
Quizá Xochimilco sea una de las jefaturas delegacionales que proporciona mayores recursos financieros ilegales a los jerarcas perredistas y a quienes “gobiernan” esta entidad sureña.
Fue Martí Batres Guadarrama, hoy presidente nacional de MORENA, quien como jerarca perredista fundó desde 1997 el cartel de Xochimilco, imponiendo a la tribu o clan mafioso que hasta la actualidad mantiene el poder en esta demarcación, y han sido los sucesivos jefes delegacionales las cabezas más visibles de este cartel.
Así, desde ese tiempo, miles de millones de pesos del erario xochimilquense han ido a parar a los bolsillos de un grupo selecto de perredistas que, a través de fraudes burdos, depredan las arcas públicas haciendo negocios personales con proveedores y empresarios de la construcción, algunos de los cuales suelen ser sus familiares o amigos.
Este es el caso del actual jefe delegacional, Miguel Ángel Cámara Arango, quien, pagando facturas políticas con dinero de los contribuyentes, ha concesionado a amigos que lo apoyaron financieramente en su campaña electoral de julio pasado la prestación de todo tipo de servicios a la delegación Xochimilco, desde la reparación y mantenimiento de todo el parque vehicular a la empresa denominada Centro Automotriz del Sur Ocaña, propiedad de la familia de su secretario particular, Roberto Ocaña Herrera, hasta la compra de refacciones, alumbrado público, cableado, trabajos de herrería, equipos de cómputo y abastecimiento de agua y enseres a amigos cercanos, con facturas que superan en mucho el costo real de los productos y servicios recibidos.
“Son los hermanos Roberto y Jorge Hernández Gómez quienes en contubernio con el director general de Administración, Juan Vilchis Cid, y con la complacencia del jefe delegacional Miguel Ángel Cámara Arango, están cometiendo fraudes millonarios en agravio del erario xochimilquense”, denuncia un empleado de esta delegación.
Según la denuncia, Roberto y Jorge Hernández Gómez son los principales proveedores de productos y servicios de la delegación Xochimilco, y las razones sociales con las que facturan cantidades millonarias de dinero a esta jefatura delegacional son las siguientes:
Comercializadora Rejimsa S.A. de C.V.
Distribuidora Rojorsa S.A. de C.V.
Construcciones y Suministros Farogo.
Materiales Elka.
Abastecedora Jiresa.
Consorcio Bit XII.
Talleres de Alta Tecnología.
Tecno Talleres del Sur y ConstruMás.
“Estos empresarios facturan todo tipo de servicios y productos en la dirección general de Administración, a cargo de Juan Vilchis Cid, hasta cuatrimotos; estos vehículos, que valen cuando mucho 100 mil pesos, los facturan hasta en 500 mil pesos… y los garrafones de agua potable de 20 litros, que valen 20 pesos, los facturan a 200 pesos, a todos los productos y servicios les inflan el precio con cantidades insultantes, el saqueo que están haciendo del erario es criminal”, expresa el empleado que por razones obvias solicita el anonimato.
Estos son solamente algunos de los grandes negocios personales que el jefe delegacional Miguel Ángel Cámara Arango, su director general de Administración, Juan Vilchis Cid, y sus amigos hacen cotidianamente sin que la Asamblea Legislativa del D.F., ni la Contraloría General del D.F., del gobierno encabezado por el Dr. Miguel Ángel Mancera Espinosa, hagan nada para impedirlo.
¿A quién deben acudir los contribuyentes para detener estos auténticos atracos en despoblado?

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