Xochimilco, el gran negocio perredista
Fernando Miranda Servín
No hay autoridad que los detenga porque
desde las más altas esferas de la Asamblea Legislativa del D.F., dominada por
una mayoría perredista, y desde la máxima cúpula del gobierno capitalino,
también perredista, son protegidos. Se trata de una red muy bien estructurada
que funciona no para beneficiar a los ciudadanos de la capital del país sino
para enriquecer a unos cuantos vivales que con el mote de “servidores públicos”
ya llevan más de 15 años fincando insultantes fortunas personales al amparo de
“la izquierda” en todas las delegaciones del D.F.
Quizá Xochimilco sea una de las jefaturas
delegacionales que proporciona mayores recursos financieros ilegales a los
jerarcas perredistas y a quienes “gobiernan” esta entidad sureña.
Fue Martí Batres Guadarrama, hoy presidente
nacional de MORENA, quien como jerarca perredista fundó desde 1997 el cartel de
Xochimilco, imponiendo a la tribu o clan mafioso que hasta la actualidad
mantiene el poder en esta demarcación, y han sido los sucesivos jefes
delegacionales las cabezas más visibles de este cartel.
Así, desde ese tiempo, miles de millones de
pesos del erario xochimilquense han ido a parar a los bolsillos de un grupo
selecto de perredistas que, a través de fraudes burdos, depredan las arcas
públicas haciendo negocios personales con proveedores y empresarios de la
construcción, algunos de los cuales suelen ser sus familiares o amigos.
Este es el caso del actual jefe
delegacional, Miguel Ángel Cámara Arango, quien, pagando facturas políticas con
dinero de los contribuyentes, ha concesionado a amigos que lo apoyaron
financieramente en su campaña electoral de julio pasado la prestación de todo
tipo de servicios a la delegación Xochimilco, desde la reparación y
mantenimiento de todo el parque vehicular a la empresa denominada Centro
Automotriz del Sur Ocaña, propiedad de la familia de su secretario particular,
Roberto Ocaña Herrera, hasta la compra de refacciones, alumbrado público,
cableado, trabajos de herrería, equipos de cómputo y abastecimiento de agua y
enseres a amigos cercanos, con facturas que superan en mucho el costo real de
los productos y servicios recibidos.
“Son los hermanos Roberto y Jorge Hernández
Gómez quienes en contubernio con el director general de Administración, Juan
Vilchis Cid, y con la complacencia del jefe delegacional Miguel Ángel Cámara
Arango, están cometiendo fraudes millonarios en agravio del erario
xochimilquense”, denuncia un empleado de esta delegación.
Según la denuncia, Roberto y Jorge
Hernández Gómez son los principales proveedores de productos y servicios de la
delegación Xochimilco, y las razones sociales con las que facturan cantidades
millonarias de dinero a esta jefatura delegacional son las siguientes:
Comercializadora Rejimsa S.A. de C.V.
Distribuidora Rojorsa S.A. de C.V.
Construcciones y Suministros Farogo.
Materiales Elka.
Abastecedora Jiresa.
Consorcio Bit XII.
Talleres de Alta Tecnología.
Tecno Talleres del Sur y ConstruMás.
“Estos empresarios facturan todo tipo de
servicios y productos en la dirección general de Administración, a cargo de
Juan Vilchis Cid, hasta cuatrimotos; estos vehículos, que valen cuando mucho
100 mil pesos, los facturan hasta en 500 mil pesos… y los garrafones de agua
potable de 20 litros, que valen 20 pesos, los facturan a 200 pesos, a todos los
productos y servicios les inflan el precio con cantidades insultantes, el
saqueo que están haciendo del erario es criminal”, expresa el empleado que por
razones obvias solicita el anonimato.
Estos son solamente algunos de los grandes
negocios personales que el jefe delegacional Miguel Ángel Cámara Arango, su
director general de Administración, Juan Vilchis Cid, y sus amigos hacen
cotidianamente sin que la Asamblea Legislativa del D.F., ni la Contraloría
General del D.F., del gobierno encabezado por el Dr. Miguel Ángel Mancera
Espinosa, hagan nada para impedirlo.
¿A quién deben acudir los contribuyentes
para detener estos auténticos atracos en despoblado?
No hay comentarios:
Publicar un comentario